La, también llamada, papelería empresarial es uno de los aspectos fundamentales de la identidad corporativa. Reúne distintas piezas gráficas importantes de la comunicación como lo son las carpetas, hojas membreteadas, sobres con colores y el logo empresarial, los brochures, entre otros, que dotan de formalidad y profesionalismo a los documentos y servicios que se brinden. Esta papelería constituye una parte del sistema gráfico de imagen institucional que contiene la información pertinente – dirección, teléfono, logo y demás – para hacer posible la comunicación inmediata y al alcance del interesado en cualquier momento.
Su importancia radica en que el principal objetivo de cualquier empresa es dejar una buena impresión en sus clientes, quienes evalúan desde los productos y servicios brindados hasta la atención, el profesionalismo y la imagen que la empresa tiene de sí misma. Si es un claro ejemplo de descuido o transmite la sensación de ausencia de calidad, esa será la impresión que quedará en la mente del actual o potencial cliente acerca de lo que se ofrece y, probablemente, derrape a favor de una empresa competidora que presente una imagen más agradable, aunque esta última tenga precios menos accesibles o peores productos pues convencen gracias a lo que muestran, de cómo se vendan y el profesionalismo con el que trabajen.
Por esta razón, conseguir una identidad fuerte de la empresa es siempre una decisión acertada. Si la comunicación institucional de la misma está bien diseñada, no hay mucho de qué preocuparse en lo que a marketing publicitario se refiere pues actuará como carta de presentación y dejará una buena señal en la primera impresión, que es fundamental puesto que muchas veces no hay una segunda oportunidad para volver a presentarse.
Su importancia radica en que el principal objetivo de cualquier empresa es dejar una buena impresión en sus clientes, quienes evalúan desde los productos y servicios brindados hasta la atención, el profesionalismo y la imagen que la empresa tiene de sí misma. Si es un claro ejemplo de descuido o transmite la sensación de ausencia de calidad, esa será la impresión que quedará en la mente del actual o potencial cliente acerca de lo que se ofrece y, probablemente, derrape a favor de una empresa competidora que presente una imagen más agradable, aunque esta última tenga precios menos accesibles o peores productos pues convencen gracias a lo que muestran, de cómo se vendan y el profesionalismo con el que trabajen.
Por esta razón, conseguir una identidad fuerte de la empresa es siempre una decisión acertada. Si la comunicación institucional de la misma está bien diseñada, no hay mucho de qué preocuparse en lo que a marketing publicitario se refiere pues actuará como carta de presentación y dejará una buena señal en la primera impresión, que es fundamental puesto que muchas veces no hay una segunda oportunidad para volver a presentarse.
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