La elección de un logotipo es una tarea que se lleva a cabo después de las opciones surgidas durante el proceso de diseño. Para esto, a continuación se plantearán algunas sugerencias:
• Cuestione sobre cada diseño. Preguntar a sus clientes o empleados sus opiniones acerca de los diferentes diseños siempre es útil. Se podría habilitar una encuesta en su página Web, ofrecer a los clientes un presente por completar dicha encuesta de opinión. Gracias al apoyo de los demás es que podrá optar por el diseño definitivo.
• Póngase en el lugar de los potenciales clientes para evaluar los diseños. Al estar involucrado en el proceso de diseño del logotipo, tiende a considerar aspectos del diseño que los consumidores simplemente pasan por alto. Observar el diseño como un todo en busca del equilibrio es la clave. Un color, una fuente o una forma no harán que el logotipo sea extraordinario; el carácter original del diseño nace de la armonía y el equilibrio de sus componentes.
• El logotipo de la empresa busca Marketing, no pasiones. Es frecuente que se incluya en los diseños ciertas preferencias personales que pueden ser mascotas, lugares o hobbies; sin embargo, el logotipo debe, ante todo, comunicar la identidad de la empresa y su posicionamiento comercial pues constituye su sello distintivo.
• Ciertos diseños permiten su mejor aplicación en unos materiales que en otros. Si pretende bordar el logotipo sobre uniformes o rotular los vehículos de la empresa, debe asegurarse de que el diseño no sufrirá alteraciones en sus características fundamentales.
• El logotipo de Renault no es sólo un rombo. En ocasiones, el cliente piensa en él solo como un “dibujo” y no un mero logotipo. Desarrollar una marca constituye un proceso que va más allá del desarrollo de un logotipo; éste representa cantidades exorbitantes de dinero invertido en darle significado en su marca. Al observar detenidamente dichos logos, caerá en la cuenta de que la mayoría son absolutamente simples e, incluso, primitivos. Los bocetos padecen de aquella “falta de historia” pues supone un proceso paulatino que un significado sea asignado a un significante.
• Cuestione sobre cada diseño. Preguntar a sus clientes o empleados sus opiniones acerca de los diferentes diseños siempre es útil. Se podría habilitar una encuesta en su página Web, ofrecer a los clientes un presente por completar dicha encuesta de opinión. Gracias al apoyo de los demás es que podrá optar por el diseño definitivo.
• Póngase en el lugar de los potenciales clientes para evaluar los diseños. Al estar involucrado en el proceso de diseño del logotipo, tiende a considerar aspectos del diseño que los consumidores simplemente pasan por alto. Observar el diseño como un todo en busca del equilibrio es la clave. Un color, una fuente o una forma no harán que el logotipo sea extraordinario; el carácter original del diseño nace de la armonía y el equilibrio de sus componentes.
• El logotipo de la empresa busca Marketing, no pasiones. Es frecuente que se incluya en los diseños ciertas preferencias personales que pueden ser mascotas, lugares o hobbies; sin embargo, el logotipo debe, ante todo, comunicar la identidad de la empresa y su posicionamiento comercial pues constituye su sello distintivo.
• Ciertos diseños permiten su mejor aplicación en unos materiales que en otros. Si pretende bordar el logotipo sobre uniformes o rotular los vehículos de la empresa, debe asegurarse de que el diseño no sufrirá alteraciones en sus características fundamentales.
• El logotipo de Renault no es sólo un rombo. En ocasiones, el cliente piensa en él solo como un “dibujo” y no un mero logotipo. Desarrollar una marca constituye un proceso que va más allá del desarrollo de un logotipo; éste representa cantidades exorbitantes de dinero invertido en darle significado en su marca. Al observar detenidamente dichos logos, caerá en la cuenta de que la mayoría son absolutamente simples e, incluso, primitivos. Los bocetos padecen de aquella “falta de historia” pues supone un proceso paulatino que un significado sea asignado a un significante.
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